A 25 AÑOS DE LA INAUGURACIÓN DEL RINCÓN RIOJANO Y DE LA SECCIÓN CULTURAL Y RECREATIVA RIOJANA (Una serie de afortunados hechos se alinearon y permitieron, hace un cuarto de siglo atrás, que se inaugurase el Rincón Riojano, y junto con él se crease una nueva Sección al interior del Estadio Español)

Por Juan Antonio García-Cuerdas

Sede de la Sociedad Benéfica La Rioja

La colectividad riojana, cuya existencia institucional data del año 1911, mantenía desde 1944 su secretaría en una oficina al interior del Círculo Español, situado en la avenida Alameda. Con el paso de los años, esa ubicación se había vuelto lejana e incómoda para la mayoría de los directores, a lo que se sumaba que el eje de las principales actividades de la institución se había desplazado desde hacía largo tiempo al Estadio Español. Este inconveniente estaba en la mente de los directivos riojanos, pero la solución tardaba en madurar.

El año 1991 asumió como presidente de la Sociedad Benéfica La Rioja José María Viguera Izurieta (Ortigosa de Cameros, La Rioja, 1933-Santiago de Chile, 2007), un líder carismático, lleno de energía y con ideas claras respecto del futuro de la colectividad riojana. Este había vislumbrado con certeza que el desarrollo de la colectividad debía vincularse al Estadio Español y proyectarse en su interior. Esta institución era la expresión más viva de la colonia española, debiendo ser el semillero dentro del cual surgirían los futuros dirigentes del colectivo riojano, que permitirían asegurar la pervivencia de las tradiciones y cultura riojana durante un largo tiempo. En paralelo, el año 1991 juraba como presidente de la Comunidad Autónoma de La Rioja José Ignacio Pérez Sáenz, quien desde los inicios de su mandato mostró una especial afinidad, no vista en sus antecesores, con los colectivos riojanos situados fuera de esa Comunidad, y en especial con los de Chile y Argentina.

José María Viguera atisbó que el momento para que los riojanos tuviesen una casa propia había llegado. Con su recordado estilo campechano y querible, se acercó al presidente de la Comunidad para solicitarle el apoyo económico de esta, destinado a edificar una casa de La Rioja en los terrenos del Estadio Español. Su iniciativa encontró rápido eco, y así es como a mediados de 1991, con el financiamiento asegurado y con el anteproyecto encargado al arquitecto riojano Jesús Chávarri del Campo bajo el brazo, se sostuvieron conversaciones con los presidentes de la Inmobiliaria Estadio Español, Martín Pascual Soto, y de Deportes Estadio Español, Salvador Calera González. Una vez que estos, de acuerdo con los directorios que presidían, aprobaron el proyecto, se colocó la primera piedra en septiembre de ese año. Fue una entrañable ceremonia, en que se utilizó zurracapote, vivificante bebida típica de La Rioja, para la mezcla del cemento, simbolizando la mixtura de culturas y voluntades que se daban la mano en esa ocasión.

A la extrema izquierda el padre José Goyena, José Blanco Lería, Juan Antonio García y Gonzalo Santolaya. En un primer plano José María Viguera.

Pero José María Viguera no estuvo solo en este empeño. Muy de cerca fue apoyado por Miguel Pascual Soto, su vicepresidente, y también por el director Jerónimo Sáenz-Laguna Rincón. En la etapa de edificación, los ingenieros-constructores y también directores de la colectividad riojana, José Martín Blanco García y Gonzalo Santolaya de Pablo, tuvieron un papel relevante. Por su parte, el director Juan Antonio García Sánchez se preocupó de los estatutos y constitución de la nueva Sección Cultural y Recreativa Riojana, que tendría vida paralela con la Sociedad Benéfica La Rioja y similares directores.

En noviembre de 1992 se celebró en el Estadio Español de Santiago de Chile el Segundo Congreso Mundial de Centros Riojanos, al cual asistió el Alcalde de Logroño, Manuel Sáinz Ochoa, y delegados de diversas partes del mundo. Para la colectividad riojana de Chile el aspecto central de dicho Congreso se enfocó en la inauguración del así denominado, Rincón Riojano, que hacía realidad los anhelos de un grupo de soñadores y de toda una colectividad.

Un cuarto de siglo ha pasado desde entonces, y este edificio sigue acogiendo a las más variadas manifestaciones de la cultura y tradiciones riojanas contribuyendo a que dicho colectivo mantenga su pujante espíritu y un proyecto de futuro. La visión y determinación que tuvieron sus dirigentes hace veinticinco años atrás, siguen entregando hoy satisfactorios frutos, y a la par, enriqueciendo el multicultural acervo regional de Estadio Español.

Publicado enRevista Estadio Español nº 16 (Diciembre, 2017): pág. 8. Editada por Estadio Español de Las Condes.

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