José Antonio Manso de Velasco y Sánchez de Samaniego nació en Torrecilla en Cameros (La Rioja) el año 1689. Fue gobernador de Chile desde 1737 hasta 1744 para posteriormente asumir como virrey del Perú (1745-1761).
Durante su gobierno desarrolló una administración que ha sido elogiada por los principales historiadores chilenos. Señala Diego Barros Arana: “La suavidad de su carácter, la rectitud y la pureza de su administración y el interés que mostraba por el progreso de la colonia, constituían al presidente Manso en un mandatario modelo, y le habían granjeado el amor universal de sus gobernados” (Historia general de Chile, vol. 6, 2001, p. 118. Véase la cita bibliográfica completa en el artículo en formato pdf que se adjunta). Por su parte, Francisco Antonio Encina es más elocuente en sus elogios: “Con él empieza la serie de mandatarios honestos y probos, que van a escribir las más honrosas páginas de la historia de Chile. Su desinterés, abnegación cívica y severa honradez administrativa, fueron los primeros arroyos de la caudalosa corriente que, más tarde, Portales captó y transfiguró en la religión del gobierno eficiente y honrado. Manso de Velasco es tal vez el mandatario que simboliza mejor el aporte del ascetismo castellano al futuro concepto del gobierno que predominó en Chile durante los últimos dos tercios del siglo XIX” (Historia de Chile, vol. 7, 1983, p. 189. Véase la cita bibliográfica completa en el artículo en formato pdf que se adjunta).
Su biografía la desarrollamos sucintamente en un artículo que fue publicado el año 1980 en el diario La Mañana de Talca y cuya versión reeditada se puede ver a continuación.
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